La etimología de la palabra conocer es "nacer con", lo que representa el potencial que tenemos los seres humanos al "conocernos" en tanto activamos la "información innata a compartir", que nos remite en todo caso a un sentido de integración entre cuerpo, mente, espiritu y cultura, que amplía nuestra visión y campo de acción haciéndolo complejo, a partir del conocimiento abierto. En la llamada Sociedad del Conocimiento, los cambios clave son dinamizados no tanto por la tecnología sino por la vinculación social que construyamos al compartir el conocimiento.
Las TIC han activado una dinámica que está cambiando lo que necesitamos como ciudadanos y como estudiantes, al punto que nos hacen faltan nuevas estructuras innovadoras de aprendizaje, Uno de los retos actuales de los adolescentes está en la tendencia a que el conocimiento sea un recurso propiedad del estudiante, al ser creador de contenido; también el auge del software social está generando un nuevo conocimiento compartido con otros (el efecto red).
Un ejemplo valioso está en las redes sociales temáticas para públicos particulares, que permiten conformar verdaderas comunidades del conocimiento. Las redes sociales, básicamente, permiten y fomentan la interrelación y el contacto con otros. Las comunidades del conocimiento son redes sociales de colaboración, que fomentan la generación de saberes a través de la participación colectiva de sus usuarios.
La participación en este tipo de comunidades permite poner en acción un conjunto de competencias y habilidades, como la solución de problemas, comunicación, reflexión, cooperación, empatía y expresión creativa. Nuestros adolescentes necesitan fortalecer estas capacidades, indispensables para desenvolverse con éxito en este siglo. Y para ello, será necesario que actuemos activamente, trabajando también en nosotros esas capacidades mínimas necesarias que se requieren para la creación de conocimiento (con el buen ejemplo de comportamiento creativo on line).
Y justamente, una excelente forma es utilizar algunas de las herramientas que ofrece la Web 2.0 para crear e integrarnos a estas comunidades. Pensemos en una comunidad educativa que nos apoye en la tarea de producir conocimientos y aprender en colaboración, y asumirnos como productores de conocimientos dedicados a la innovación comunicativa y pedagógica en colaboración con otros padres y especialistas. En tal sentido, un ejemplo de comunidad virtual de conocimiento es Classroom20.com una red social enfocada a la Web 2.0 y las tecnologías colaborativas para la educación. El sitio invita a profesionales de la educación interesados en las nuevas tecnologías a ser parte de esa comunidad virtual y participar de un diálogo digital creativo.
Las TIC han activado una dinámica que está cambiando lo que necesitamos como ciudadanos y como estudiantes, al punto que nos hacen faltan nuevas estructuras innovadoras de aprendizaje, Uno de los retos actuales de los adolescentes está en la tendencia a que el conocimiento sea un recurso propiedad del estudiante, al ser creador de contenido; también el auge del software social está generando un nuevo conocimiento compartido con otros (el efecto red).
Un ejemplo valioso está en las redes sociales temáticas para públicos particulares, que permiten conformar verdaderas comunidades del conocimiento. Las redes sociales, básicamente, permiten y fomentan la interrelación y el contacto con otros. Las comunidades del conocimiento son redes sociales de colaboración, que fomentan la generación de saberes a través de la participación colectiva de sus usuarios.
La participación en este tipo de comunidades permite poner en acción un conjunto de competencias y habilidades, como la solución de problemas, comunicación, reflexión, cooperación, empatía y expresión creativa. Nuestros adolescentes necesitan fortalecer estas capacidades, indispensables para desenvolverse con éxito en este siglo. Y para ello, será necesario que actuemos activamente, trabajando también en nosotros esas capacidades mínimas necesarias que se requieren para la creación de conocimiento (con el buen ejemplo de comportamiento creativo on line).
Y justamente, una excelente forma es utilizar algunas de las herramientas que ofrece la Web 2.0 para crear e integrarnos a estas comunidades. Pensemos en una comunidad educativa que nos apoye en la tarea de producir conocimientos y aprender en colaboración, y asumirnos como productores de conocimientos dedicados a la innovación comunicativa y pedagógica en colaboración con otros padres y especialistas. En tal sentido, un ejemplo de comunidad virtual de conocimiento es Classroom20.com una red social enfocada a la Web 2.0 y las tecnologías colaborativas para la educación. El sitio invita a profesionales de la educación interesados en las nuevas tecnologías a ser parte de esa comunidad virtual y participar de un diálogo digital creativo.
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