sábado, 17 de octubre de 2009

Conéctate con l@s adolescentes 3: El buen humor fortalece ...

El buen humor es una capacidad social importante y uno de los rasgos de carácter más apreciados. Los padres que recurren al sentido del humor para resolver los conflictos inevitables en la adolescencia pueden criar hijos más capaces de regular sus emociones en situaciones difíciles, según los hallazgos de un estudio realizado en la Universidad de Arizona, hace algunos años.

"Los padres que bromean de manera sana durante situaciones tensas o de mucho estrés (...) pueden hacer que sus hijos adolescentes se sientan más cómodos y aceptados, menos ansiosos y más dispuestos a comunicarse de forma positiva'', dijo a Reuters Health la autora principal del estudio, Elizabeth Stanley, de la Universidad de Arizona.

"Tal vez los padres pueden crear y usar una forma de evaluación del grado de humor en el hogar como una manera de propiciar facultades positivas para lidiar con dificultades y evitar la inadaptación en sus hijos'', agregó.

Stanley y sus colegas, bajo la dirección de Nancy Eisenberg, estudiaron a 139 adolescentes, cuyas edades oscilaban entre 11 y 16 años, y a sus padres. Cada adolescente y sus o su padre o madre participó en una tarea de resolución de conflictos. En general, los padres que utilizaron el sentido del humor, las bromas y la alegría mediante enunciados absurdos y hechos jocosos durante el ejercicio, tenían más probabilidades de que sus hijos fueran más flexibles, competentes socialmente, más capaces de regular sus emociones y presentar menos problemas de conducta, en comparación con los adolescentes cuyos padres recurrieron al humor destructivo, como el sarcasmo y gestos maliciosos, revelaron los hallazgos.

En general, el humor de los padres se asoció con la flexibilidad de carácter del adolescente y su capacidad para controlar sus emociones, según Stanley y su equipo. La flexibilidad de los adolescentes les proporciona competencia y facultades sociales.

El uso sano del humor nos permite percibir nuestras propias incongruencias y absurdos en determinadas circunstancias, poniendo de relieve, a través de una actitud de desencanto, el sentido de la propia inmadurez. De manera que el humorismo es señal de madurez. La defensa del humor protege la propia estima, porque permite a la persona no "tomarse demasiado en serio", no pretender demasiado de sí mismo, saber medir las propias debilidades sin hacer de ello una tragedia y, probablemente, no descargarlas sobre los demás.

Los hallazgos del estudio fueron presentados en el noveno encuentro de la Sociedad de Investigación sobre Adolescencia en New Orleans, Louisiana.
Fuente: Reuters Health, 2003, 2005.
Foto: Galeria de Yueni Loner en http://www.flickr.com/photos/yueni/2551270475/

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