martes, 27 de julio de 2010

Pensamiento creativo

La adolescencia resulta, con frecuencia una etapa difícil de comprender para los padres y requiere de mucha paciencia y diálogo. Pero es una etapa compleja también para cada adolescente que busca comprender lo que le sucede, en esta fase de transición entre la niñez y la edad adulta. Cada adolescente ha de adaptarse a los cambios que sufre su cuerpo y reajustar su imagen de si mismo, reencontrándose en sus vínculos con otros, en medio de un periodo matizado de egocentrismo cognoscitivo; en este marco el adolescente concede un poder ilimitado a sus pensamientos y explora una etapa de idealismo.

Es una etapa dominada por el ensayo del pensamiento abstracto, y como decía Piaget es la edad de la metafísica, el adolescente comienza a reflexionar y a hacerse preguntas a sí mismo, creciendo su interés por temas filosóficos y hasta políticos. No entiende los cambios por los que está pasando, cree que es el único que se plantea interrogantes complejos y cuestiona las opiniones de sus padres, los adultos y la sociedad en general, en busqueda de sus propias verdades. Es un periodo de transición en el que no puede seguir desempeñando el papel de niño pero tampoco de adulto, tiempo en el que es muy valioso que los padres modelemos cualidades como la tolerancia, el perdón y en especial el sentido del humor.

Sería conveniente que ell@s reciban información acerca de las características de esta compleja etapa, si se les formase para afrontar estos cambios y entender que son propios de la etapa evolutiva en la que se encuentran, los adolescentes podrían enfrentarse a sus retos y resolver sus propios conflictos interiores más serena y acertadamente.

En este sentido, el pensamiento creativo que se despierta y despliega en esta etapa, es uno de los aspectos que vale la pena explorar con ellos, en tanto es una dimensión que permite crear nuevas perspectivas de la realidad, y ampliar sus alternativas de vida. De hecho, algunas herramientas que facilitan el desarrollo de habilidades creativas son de acuerdo con Lipman, (1997): La creación de hipótesis, el emplear comparaciones, el uso de metáforas y analogías, descubrimiento de alternativas, la traducción de gestos - palabras y gestos - pensamiento, y poder representar gráfica y teatral de decisiones humanos.

Entre estas habilidades creativas, por ejemplo, El uso de comparaciones, metáforas y analogías permite a los adolescentes percibir el mundo de diversas maneras (distintas a la meramente literal), ampliando su comprensión de la realidad local y global, en este sentido, es importante considerar que la solución de problemas se nutre enormemente de la sugerencia de hipótesis que se sostienen en una comparación o en una analogía. También se puede combinar este análisis con otras habilidades de pensamiento, como lo es preveer consecuencias, una habilidad fundamental que podemos fomentar en el diálogo con los adolescentes, teniendo en cuenta preguntas como estas: - Si decides hacer eso o pasara eso ¿qué más crees que pasaría? - Si le dices eso, ¿qué crees que va a pensar?

Una de las mejores maneras de comenzar a explorar estas opciones es ensayarlas en entornos de disfrute y juego con los adolescentes, como por ejemplo; analizando con estas perspectivas y preguntas la trama de películas, series de televisión o videojuego (incluso el desempeño de los personajes), pues estas herramientas como muchas destrezas de la vida, necesitan ser jugadas para ser incorporadas efectivamente en nuestra vida cotidiana.

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