viernes, 30 de julio de 2010

Caracas cumplió 443 años ¿que tanto la conoces?


Caracas cumplió esta semana 443 años, una excelente oportunidad para explorar las relaciones que establecemos con nuestra ciudad, a la que descuidadamente recorremos, pensamos, amamos, disfrutamos y hasta sufrimos cotidianamente. Diversos eventos se han organizado esta semana de celebración: Feria de Libros, conciertos, concursos, foros y hasta un interesante encuentro sobre Ciudades Educadoras. Sin negar los conflictos que padecemos en nuestra Caracas, creo que todos sus habitantes tenemos el compromiso de pensar bien de nuestra ciudad, y tomar tiempo para reflexionar y planificar como podemos mejorar nuestra "Gran Casa con Jardín".

Quiero hacer varias reflexiones que pueden ser utópicas, pero que nos ayudarían a ser bien intencionados con nuestra ciudad, que como organismo vivo que nos contiene a todos nosotros: caraqueños y visitantes, necesita ser conocida y amada para ser apreciada...

Muchos soñamos que Caracas pueda ser una ciudad creativa y educadora, que cuente con el aporte de la responsabilidad y creatividad de la población, pero una ciudad creativa no surge de la mera inspiración de sectores aislados, sino que es el fruto de la sensibilidad compartida e inclusiva, la cooperación, innovación y el trabajo de miles de ciudadanos que se esfuerzan día a día en aportar mejoras para toda la sociedad. La ciudad se construyen entre todos; para construir nuestra ciudad creativa es vital saber combinar el respeto con la apertura, la libertad y la tolerancia, sin olvidar que cuanto más libres seamos, más creativos nos volveremos.

Creo que hemos descuidado el gran compromiso de pensar en las nuevas generaciones, como personas activas de esta sociedad creativa, que necesitan sentir que pertenecen a este espacio colectivo: ciudad, que necesitan conocerla para amarla e incorporarse a su dinámica para conocer este complejo mundo actual; para luego trabajar productivamente como ciudadanos responsables y creativos. Para algunos expertos, el paradigma que defina a las generaciones de mediados del siglo XXI será la creatividad. Una ciudad bien estructurada y desarrollada crea los cauces de comunicación y discusión entre los ciudadanos y los poderes públicos, permitiendo una mayor proximidad entre ambos. El gran reto es construir cultura participativa, y en este sentido, la idea de pensador británico Charles Landry (2007), me resulta interesante: "La ciudad es una obra de arte viva", tanto porque el sistema sensorial de la ciudad es la creatividad en el diseño, como porque la ciudad hay que rehacerla, reinventarla y repensar lo urbano. La clave está en promocionar los contactos entre los habitantes para que ellos al mejorar su calidad de vida mejore su ciudad.

Los adolescentes son quizá los más inquietos exploradores de las ciudades. Si los comparamos con los adultos, ellos suelen interesarse más en salirse de las rutas establecidas, los que menos se atan a rutinas y los que más desean salir a explorar la ciudad y buscar en sus recovecos. La gran mayoría de las personas por lo general sale a descubrir su ciudad, sus límites, los pasajes alejados y los paseos escondidos cuando es adolescente. Luego establece sus circuitos y pertenencias y va reduciendo el territorio a medida que la adultez se va acercando, estableciendo casi de modo definitivo e invariable las rutinas cotidianas. La vida de los adultos por lo general está circunscrita a rutas más fijas, en tanto que los adolescentes descubren las ciudades a medida que se van descubriendo a sí mismos: Se buscan y se desencuentran en la ciudad, escapan de los ámbitos habituales de sus familias y, en esos intentos, son seguidos por sus pares. Parques, calles o centros comerciales con sus cines y ofertas de diversión, las plazas y los paseos son para ellos espacios con retos de conquista para demostrar su independencia, y el avance hacia su desarrollo adulto.

La ciudad también es el lugar propio de expresión y promoción de la diversidad cultural. Todavía nos hace falta un gran esfuerzo para encauzar el potencial creativo de los caraqueños, en especial niños y adolescentes, por ello, es fundamental establecen lazos de cooperación para crear redes sociales que permitan que como ciudadanos podamos interactuar cara a cara, estar conectados y compartir conocimientos, experiencias, opiniones, elaborar propuestas y llevarlas a cabo. Las redes sociales son el capital intangible de la vitalidad de la población.

Una ciudad, es ciudad por cuanto tiene de espacio público compartido, por eso el uso de lo público es el desafío más importante de los próximos años. Si nos organizamos para recuperar nuestros espacios públicos y restituirlos a los ciudadanos, ello creará una sinergia colectiva que mejorará la calidad de vida de los caraqueños. En este sentido, niños y adolescentes necesitan vincularse orgánicamente con su ciudad, y todos necesitamos vivir la ciudad como espacio con oportunidades de crecimiento personal y social. Pueden ser espacios pensados para el encuentro inter-generacional y sus propuestas promueven el diálogo entre adultos y niños, y es así como logra tender puentes entre el presente y el pasado. Los adolescentes usan la ciudad en los resquicios que la ciudad le ha dejado, En el espacio urbano, muchas veces los "lugares de la adolescencia" en la ciudad se usan también desde la exclusión (lo que les queda...), pues, los adolescentes son un público para el cual las ciudades no han sido pensadas.

Cabe destacar que el potencial educativo de una ciudad, va de la mano de la capacidad de inclusión y participación de sus habitantes, por lo que desalienta el hecho que una gran mayoría en nuestro país se encuentra al margen de las prácticas sociales de producción de conocimiento, sometidos al individualismo, testigos de la permanente destrucción/reconstrucción del paisaje urbano, el debilitamiento de vínculos sociales y de valores cívicos fundamentales.

En el futuro cercano, los caraqueños debemos plantearnos la necesidad de explorar organizadamente este potencial educativo; el concepto de ciudad educadora parte del reconocimiento de la calidad educativa del espacio urbano; se define como un sistema complejo en evolución que puede tener expresiones diversas, pero que concede siempre prioridad a la inversión cultural y a la formación permanente de su población” (AICE, 2004). la Asociación Internacional de Ciudades Educadoras (AICE), propone el Derecho a la Ciudad como una extensión del derecho fundamental a la educación, para aprovechar las oportunidades y los medios de formación, entretenimiento y desarrollo personal que ofrece el espacio urbano. Con este objetivo, las instituciones locales deben planear para poner en primer lugar los valores de justicia social y civismo democrático, estimular la participación ciudadana y el asociacionismo orientado a la toma de decisiones, revertir los mecanismos de exclusión y marginación sociales, garantizar calidad de vida, un medio ambiente equilibrado y una identidad firme de la ciudad que sus habitantes puedan sentir como propia.

Es un tema interesante que vale la pena seguir explorando, teniendo en mente, como lo expresó Sófocles, que "La ciudad es la gente"... Veamos algunos sitios de interés sobre la ciudad:
AICE Ciudad Educadora
Ciudad, patrimonio, niños , Escuela Ciudadana - Ciudad Educadora
Ciudad educadora desde la complejidad
http://www.laciudadviva.org/blogs
http://nomada.blogs.com/jfreire/2009
http://nomada.blogs.com/jfreire/2008
http://nomada.blogs.com/jfreire
Buenas prácticas de otros países: http://www.laciudadviva.org

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