miércoles, 30 de junio de 2010

Aprendizaje creativo

La creatividad es una capacidad superior, que nos transforma positivamente. Hoy surgen complejos retos para la juventud acompañados de una avalancha de conocimientos y tecnologías, y es importante ayudarlos a enfocarse en su uso creativo para vivir mejor y compartir con otros el bienestar, por ello, necesitamos promover una educación que integre los pilares básicos: Aprender a ser, aprender a hacer, aprender a aprender y aprender a convivir (Unesco, 1996). La mayoría de los problemas a los que nos enfrentamos cotidianamente exigen no solo del desarrollo de habilidades, capacidades e inteligencia, también exigen de creatividad, como un potencial personal y colectivo que se proyecta en cualquier actividad, profesional o humana, de ahí que esté presente en todo planteamiento orientado a la mejora de la calidad.

La necesidad de promover en nuestros hijos el aprendizaje creativo, debe basarse en enfoques humanistas, centrados en su personalidad y el respeto a sus potencialidades. Los retos actuales y los por venir, le plantearán a las nuevas generaciones el desafío de dar complejas soluciones de excepción, para lo que necesitarán valores prácticos que les fortalezcan: Imaginación, valentía, comunicación dialogica, capacidad de innovación, visión y creatividad, entre otras. Nuevas alianzas a nivel global son un elemento indispensable para resolver creativamente los problemas, una cualidad que requiere que estemos dispuestos a plantear preguntas audaces en lugar de quedarnos con las respuestas convencionales.

El desarrollo de la creatividad en nuestras familias se logra a través de un aprendizaje integral en la vida y se evalúa en el hacer cotidiano, en la conducta y en las formas de enfrentar los problemas que frenan el desarrollo, es decir, en la eficiencia del proceso y en la calidad del resultado.

Padres y educadores tenemos el compromiso de estructurar para los niños y adolescentes el proceso de formación de las competencias creativas por etapas de acuerdo con sus edades, intereses y requerimientos escolares, lo que permitirá promover y modelar el comportamiento efectivo en función de la formación de las competencias creativas.

El fomento de climas familiares y escolares creativos, constituye un tipo especial de comunicación entre adultos y adolescentes, que propicia un ambiente adecuado para la libertad de pensamiento con responsabilidad, donde los adolescentes aprenden sin temores y desarrollan la imaginación y el aprendizaje promueve el surgimiento de equipos creativos y la participación proactiva, para permitir el desarrollo de un aprendizaje guiado por sus intereses y necesidades.

El proceso de aprender a ser creativ@s integra en la persona sus dimensiones como proceso, medio y producto, en este sentido, el psicólogo Carl Rogers (1954) expresó que las deficiencias más graves de nuestra cultura (aún hoy es así) se relacionan con la escasez de creatividad y la urgencia de contar con personas creativas; considerando que la creatividad es una expresión de la plenitud humana, que no se restringe a ningún contenido determinado, y puede ser encontrada y expresada en todo el arte, en las teorías científicas, las tecnologías y en las relaciones humanas.

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