jueves, 10 de diciembre de 2009

E-Derechos / Ciberderechos en construcción (parte 1)

El impacto de la incorporación de la tecnología digital en los diversos ámbitos de las relaciones humanas sigue transformado nuestra comunicación; al punto de hacerse necesario un análisis juridico para organizar y limitar los riesgos que traen las nuevas libertades del cibespacio. El mundo de las redes digitales también lo estudia el Derecho, con una perspectiva transversal, examina aspectos como la tutela de la intimidad y el régimen de protección de datos personales, la oferta de servicios de la sociedad de la información, los problemas planteados por el teletrabajo, el régimen de las relaciones telemáticas y las iniciativas de democracia electrónica. Pareciera que todos los ámbitos de la convivencia se están reflejando en el gran Espejo de Internet, por lo cual necesitamos reglamentar su uso con normativas nacionales e internacionales, considerando la naturaleza global de la red.

La nuevas libertades que abrió la Internet, traen enormes potencialidades educativas y comunicativas en general, pero también tienen asociados nuevos riesgos para la niñez y adolescencia, ante los que se requiere establecer normativas con los e-derechos. Los riesgos que tendrán que regular son por ejemplo:
  • Contenidos dañinos / ofensivos
  • Grooming, o acoso sexual de adultos.
  • Ciberbullying, o acoso de iguales.
  • Prácticas comerciales ilegales, estafas, etc.
  • Exposición a juegos de azar y apuestas ilegales
  • Prácticas ilegales, en la Red materializadas con un click y cuya naturaleza y alcance es desconocido
  • Uso indebido de datos personales, contra su privacidad e intimidad.
Niñ@s y adolescentes en ninguna otra época habían estado expuestos a tanta información sin límites, con la inmediatez del tiempo real, con posibilidad de ocultarse en el anonimato y sin supervisión efectiva.

Los intentos por regular la información en Internet para niñ@s y adolescentes han ido desplazando su foco de atención. Los sistemas de filtrado o etiquetado de contenidos promovidos de los primeros tiempos, toman un segundo plano, en la medida en que los contenidos son más audiovisuales (y no evaluables automáticamente) y los usuarios se han convertido en creadores independientes de contenidos, haciendo más complejo su monitoreo y regulación.

En este desafio confluye un conjunto de factores como la globalización y transnacionalidad de las comunicaciones que hacen complejo el establecimiento de normativas confiables; el dinamismo de la información y el cibespacio como entorno de socialización de niñ@s y adolescentes caracterizado por su acelerada evolución, obstaculiza la prevención e intervención de adultos para monitorear el desempeño de niños y adolescentes en la Red.

Estas nuevas formas de comunicación requieren la delimitación de nuevos los derechos y libertades desde nuevos enfoques (educativos, legislativos y éticos… ) que garanticen su ejercicio al ciudadano; de no ser así los casos de acecho a niños y adolescentes, entre otros delitos cometidos a través de Internet, no tendrán límite y proliferarán.

A muchos niñ@s les puede parecer que la sociedad acepta y promueve comunicaciones desintegradas (que desvinculan su mundo "on line" y "off line", con una desconexión que puede promover la formación de identidades fragmentadas). La falta de integración de nuestros entornos comunicativos confunde a los más jóvenes; aún cuando lo que parece ocurrir es que la Construcción de la integración comunicacional no termina de completarse (debiendo priorizar el mundo real: "off line" por el poder humanizador de su comunicación), pues es compleja la decantación de fenómenos asociados con la ciudadanía digital, que incorporan la "vida en línea" como otro escenario de convivencia que abre nuevas posibilidades a la construcción de la intersubjetividad en la niñez y adolescencia, desde la cual se están creando nuevos códigos y significados de manera permanente.

Hay que reconocer que las sociedades responsables investigan para conocer qué hacen sus nativos digitales en la Red, pero aún así, se conoce poco sobre los porqué . Es complicado intervenir sobre lo que no se conoce bien y que tiene indicadores difíciles de obtener. El ciberespacio en si mismo impone limitaciones complejas , hablemos por ejemplo, de algunas: En el ciberespacio no disponemos de herramientas fundamentales para la educación, como: El conocimiento del contexto, la presencia disponible de un guía (padre / maestr@) para orientar e intervenir, y un set de comportamientos de referencia como modelos a imitar. Estos recursos tan valiosos para formar a niñ@s y adolescentes están ausentes en Internet.

Además, el ejercicio de esta nueva dimensión de la ciudadanía podría ensombrecer aspectos como reconocerse y reconocer al otro como sujeto pleno de derechos y deberes; la comprensión de los límites de normas y leyes que facilitan la convivencia. En la Red son menos perceptible, y más difuso el reconocimiento del otro como sujeto, como bien lo expresó Castells (1995) al explicar los dilemas de la Identidad del Yo en la Sociedad Red. La despersonalización y el anonimato son posturas evasivas que pueden desvirtuar la ciudadanía. En este marco no exageramos al decir que la convivencia en el ciberespacio podría debilitar la conciencia moral.

Ante tal panorama, la construcción y gestión de las libertades en el cibespacio necesariamente requiere delimitar criterios éticos y morales que iluminen el camino; en este sentido, conviene comprender el impacto de estos temas en la vida de niñ@s y adolescentes, pues es urgente que todos los protagonistas del ecosistema comunicacional venezolano y regional planifiquemos acciones como las siguientes:

-Promover usos socialmente positivos de la Red, a fin de convertirla en una herramienta de encuentro, participación y tranformación de la sociedad.

-Fomentar el sentido de colaboración y pertenencia a grupos a través de la Red, priorizando las relaciones interpersonales en la vida real con los contactos cara a cara, que nutren significativamente la formación de la identidad de niños y adolescentes.

- Promover en padres, maestros y adultos en general las habilidades de manejo de Internet y su comprensión del uso que le dan los más jóvenes.

-Asignar a niñ@s y adolescentes un rol activo y protagónico en procesos educativos que usen las TIC. Dar la oportunidad de convertirse en impulsores del proceso de construcción de esta nueva ciudadanía, desde su propio contexto y en línea con sus intereses.

Desde nuestra realidad venezolana necesitaremos investigar estos temas e inventar nuestras propias opciones, de no ser así erraremos, como lo advirtió Simón Rodríguez. Puedes participar y proponer ideas sobre los e-derechos, visitando: InternetAmiga (incluye concurso)

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