El tiempo libre es un tiempo para disfrutar, aprender, descansar y vivir positivamente en familia; y es que las vacaciones pueden dar muchas oportunidades para que los adolescentes aprendan a aprovechar el tiempo, por ejemplo: Explorando actividades culturales y deportivas enriquecedoras y desarrollando aficiones que les ayuden a descubrir sus inclinaciones profesionales futuras.
Podemos invitarlos a practicar deporte con más dedicación y aprender alguno nuevo que le permita conocer nuevos amigos y nuevas maneras de experimentar el esfuerzo físico que les ayuda a salir de la comodidad.
También es oportuno tomar tiempo para acercarnos a la naturaleza y disfrutar de ella en familia, estos son quiza los mejores escenarios para dialogar con nuestros hijos y escuchar sus inquietudes, opiniones y sueños.
Al organizar los planes familiares es muy importante conversar con ellos sobre lo que haremos y hacer acuerdos, evitando en lo posible las imposiciones.
Para pasarla lo mejor posible es importante integrar el descanso y el disfrute con el desarrollo del potencial creativo de nuestros hijos y el nuestro como padres.
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